Los hincha , allegado y directivos de Cipo, otrora tan valentonados y hasta petulantes haciendo ver al Capataz de la Patagonia como astro extra planetario, aterrizaron. Bajaron a tierra, en el lugar donde jamás debieron emprender el efímero vuelo engreído. Y volvió, también, más de una lengua filosa: “Viste, somos unos muertos…Unos pecho frio” “Sí, no le ganamos a nadie, viejo” “Si con Mar del Plata no jugamos a nada”…
“Así es el fútbol”, bien puede analizar un futbolero más razonable. Así son los extremos, podría sumarse. El Cipo Capataz no ascendió y el plantel que limpió a Yorno tampoco responde con Frutos. Y muchas son las cuestiones, seguramente, que trajeron al albinegro hasta estos días, cada vez más abajo en la tabla y mirando a lo lejos la clasificación.
La más futbolística es la partida indiscriminada de goles pensando que cualquiera puede ocupar las ausencias. Demasiados goles significaron –y se extrañan, claro- los marcados por el Loco Padua, Hugo Prieto y las asistencias de Daniel Carou. Pero Cipo quiso seguir siendo el ejemplo de club viable, austero, vivo, gastando lo mínimo en refuerzos, por lo menos en referencia a delanteros de jerarquía . Y no manoteo ni migajas.
Ni siquiera pudieron arreglar con German Alecha, que no es Padua , pero es un nueve hecho con más peso inmediato que el prometedor Goldo Sáez. En Sáez, justamente, se confió con los ojos cerrados la función de “nueve de área” que debe hacer pesar el juego ofensivo, y no mucho más. Ya no está Petti que, al menos, en su impronta oportunista, le dió a Cipo más de una alegría. Atadía está en el banco y casi no ha jugado. Caerle sólo a la inoperancia ofensiva sería una malicia viendo cómo responde el equipo colectivamente. La gran Bruja Martinez se fue antes y Bordicio –silencioso cumplidor- ahora está en Villa Mitre. Las referencias en defensa quedó en manos de un voluntarioso e ineficaz Medina, las pifias de Palomeque y el Máquina Cid, lejos de un nivel que sabremos en algún tiempo si retomará. Lo dejamos aparte al Negro Munoz, que con la chapa nomás le alcanza para salvarse ante tanto desconcierto.
En el medio podemos sacarnos el sombrero por Manolo Berra y alguna gloriosa corazonada de Carrasco. O los intentos de Bruno Weisser. ¿Y? Porra que debe jugar, transpira por la raya, Lopez Carrillo dejó de entender el juego que era su virtud y quiere gambetear y, Solanas, hasta el momento su paso por Cipo ha sido meramente diplomático. Y Larenas entre expulsiones y lesiones anda en penas.
Viene brava la mano. El Cordobes Avila y Chironi,dos jóvenes prometedores, hacen banco. Cipo jugará de visitante ante el difícil Douglas y luego, de males, en Madryn ante el inexpugnable Brown, puntero en soledad. Eso sí, y hay que decirlo, el plantel que no bancaba a Yorno y banca al gran Lore, está con fuerza de lucha. Pero sólo eso. Y no hay tiempo para lamentos. Tampoco por la expulsión de Ruiz (dos fechas) ante los del puerto, que dado sus últimas intervenciones por ahí, no hay mal que por bien no venga. ..Nos vemos.
El Chola Doria
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